Los beneficios de sostenibilidad del uso de aminoácidos son igualmente convincentes. Al permitir reducciones sustanciales en la proteína cruda de la dieta, manteniendo o mejorando el rendimiento, estos nutrientes disminuyen drásticamente la excreción de nitrógeno y sus consecuencias ambientales. Esta estrategia nutricional se alinea perfectamente con los principios de la economía circular, transformando los insumos alimenticios de forma más eficiente en proteína animal de alta calidad con mínimo desperdicio. A medida que los estándares globales para la producción responsable continúan evolucionando, la suplementación con aminoácidos emerge como una tecnología clave para cumplir con los requisitos regulatorios y las expectativas de los consumidores en cuanto a la producción sostenible de proteínas.